En la isla de San Kilda la oveja de Soay
resiste hace cuatro mil años como un guerrero
resiste hace cuatro mil años como un guerrero
El frío volcánico, la bruma sobre su piel que no
se esquila
Un puñado de tierra de esa isla me habla del volcán,
del vómito peligroso de las aves marinas,
y de la huella de su animal, firme como un guerrero
La tierra de cada isla habla de su corazón
El corazón de cada hombre habla de su tierra
de sus lluvias profundas y sus sequías volcánicas
de la bruma que extiende sobre los demás
y del guerrero que resiste
parado en su corazón
como la oveja de Soay.