El señor es mi pastor
Y vos?
que te pasás afilando los días al hueso pelado
de la ilusión?
ya les sacaste el brillo de la locura?
comiste tu ración de injusticia diaria?
la pasaste con agua bendita,
le rezaste a la virgen de los sicarios
antes de salir de casa,
le pediste por el don del cálculo,
o le guiñaste el ojo al portero? cuál es tu cábala?
Jugaste tu número hoy? leiste el salmo del día?
Aunque pase por el más oscuro de los valles,
no temeré peligro alguno
Cómo te costeas a la verdad?
Te persignas al cruzar la calle?
Te gatillaron el hambre?
Te vendaron los ojos?
Cuántos amuletos llevás?
un anillo, una medalla, un bastón, una prótesis
A quién le vas a hechar la culpa de tu suerte?
Señor, hagase tu voluntad - decís?
Y vos?
que pasas la moto al ras del tren?
Le soltas la manito a la fatalidad,
te haces el que te caes,
jugás a contenerte la respiración de la muerte
La impotencia te seca la boca?
la rabia del mundo se te pegó al paladar como una cáscara?
te pica?
querés vivir o querés morir espectacularmente?
señor!
me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos
Mirá que el tiempo de los vivos no es de los muertos
Te vas a quedar ladrando a tu bronce
mientras acá
otro se va a tirar de un piso más alto
va a tomar de rehen a sus hijos,
degollará a la suegra,
se cortará sus partes,
te ganará el titular de la tarde
Mejor, con vos
llevate unos cuántos
esa es hoy la clave
de la exitosa muerte
Aunque
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar
nisiquiera la cordura.
de
La vida en que sueñas
Fotos: Flor Aichino y Leticia Ressia