El fuego que aún queda 
no alcanza a encender mi cigarrillo
Necesidades y abismos 
imitan la luz del día
Duermo bajo los efectos de la frialdad
aunque de esa convulsión 
uno siempre se recupera
El gato que me dejaste 
ha crecido
y se niega a salir de caza
Se sienta en mi falda esperando ver música
una quietud distina
un planeta más amable
A veces da un zarpazo a mis pies
Se olvida que soy un hombre
Ve un pez anclado entre tus piernas
o a la deriva
en su pequeño estanque. 
 
 
