Te hablé del amor?
del lomo que brilla debajo
de la crin filosa que a tu mano se enhebra
Cómo se ama? Cómo se administra una
avalancha?
Has visto una carrera de galgos?
El secreto está en la largada, me dijo
un experto
En bestias de aspecto sencillo y voluntad
poderosa
En rostros escuálidos de oídos sordos y piel clarividente.
El secreto de la nieve está en apretarla
hasta que duela.
Él es un viejo hábil
Le gustan las mujeres que cambian de gris
a azul metalizado, como la reina mora.
a azul metalizado, como la reina mora.
Es un pastor de la conversión,
un
fanático de las mutaciones que exigen derrumbamiento
Un jardinero de la espera.
Esperar que la maleza estalle
Esperar que al galgo le brote la gloria
dentro
Esperar que el amor flote en un vaso
como un insecto inevitable
Los galgos no son perros cualquiera,
son esquimales altivos que hablan otro idioma
son esquimales altivos que hablan otro idioma
Guerreros de flacidez absurda
Ángeles de otra siembra, poco
corpulentos,
nada creíbles
y sin embargo miran un punto
siempre hacia adelante.
Correr por correr, desagotando la huída
Correr hacia una meta
trazada por un experto en mutaciones
Te hablé del amor?
De su crin fabulosa que se aprieta como
la nieve?
un día es un perro
marrón, silvestre, cabizbajo
marrón, silvestre, cabizbajo
Al otro es un galgo,
alto, azul y prepotente
alto, azul y prepotente
No. El secreto de las carreras
está en sus mezquinas alianzas para
dejarse atrás.
Las cabezas se estiran
Sobre la línea se traicionan
cambian
de azul metalizado
de azul metalizado
a ceniza
de Los demonios del mar
de Los demonios del mar
No sé cómo haces pero cada día escribes mejor. Mi admiración...
ResponderEliminarCada día siento más todo. Quizás lo intolerable coincida con el silencio. A pesar de todo gracias por leer.
EliminarPrecioso
ResponderEliminaruna j o y a
(pensé lo mismo que Vera, realmente)
los galgos son mis perros favoritos, lo sabías? aunque de chica les tenía miedo, hoy, los venero
Aquí frente a la sala, todas las mañanas un hombre pasea dos galgos. Un overo puntiagudo y otro negro que parece una lanza visto de lejos. No sabía que te gustaban. Parecen de otro mundo. Un abrazo
EliminarVengo desde "el maquinista ciego" y me encuentro con un baul de tesoros escritos y comentarios de perpetradoras, dicho con cariño, de asaltos a palabra armada :)."Còmo se administra una avalancha?"...Un beso
ResponderEliminarLo intolerable es silencio hasta que se vuelve necesariamente grito. Hermosísimo poema, Laura..
ResponderEliminar...no alcanzo a imaginar a qué nivel sensorial experimentas la vida para escribirla así, como si fueras la savia y sangre de todo lo que respira... Yo, como Vera, no sé cómo lo haces, pero gracias por compartir ;))
ResponderEliminarUn poema para guardarlo bien dentro -y, de paso, abrir más los ojos y los pulmones, por si de pronto sentimos un poquito más...