Son días de cinismo
las mujeres mueren a manos de oscuros propietarios
los ancianos albergan niños roncos y perdidos
el agua pasa los tobillos y el fuego llega
a la boca
El mundo se ha vuelto un punto de luz
intermitente
Nadie quiere perder su chance
de ser acribillado
de ser acribillado
de estrenar deslucimiento
sangran con desparpajo
culpan sin pudor
hacen hablar a los que ya no buscan responder nada
la superstición es un bello arte de
peluquería
la suerte un asunto inconfesable
A la mañana alguien cuenta las letras de un
nombre
otro ata el dinero con la cinta del arcángel
orienta la cama al sur
La cuestión es pasar el día intentando
invocar, nunca aliviarse.
Espléndidas pinceladas de la realidad. Me gustó el giro del final cuando te incluís en el poema. El final es genial.
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